SANTO DOMINGO.– Harrison de la Rosa Ramírez, investigador y líder de proyectos en la Universitat Politècnica de València (UPV), expuso ante profesores, investigadores del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y representantes de empresas nacionales, los avances en la sustitución de plásticos convencionales por alternativas biobasadas. Estos últimos se producen total o parcialmente a partir de biomasa —como plantas o subproductos agrícolas considerados residuos— en lugar de emplear combustibles fósiles.
El encuentro tuvo lugar en el edificio Eduardo Latorre (EL) del INTEC y contó con la participación de compañías productoras de plásticos locales. De la Rosa presentó aplicaciones concretas de los bioplásticos y destacó la importancia del trabajo conjunto entre la UPV y el INTEC, con el fin de fortalecer la investigación en sostenibilidad y promover la transferencia de conocimientos en temas medioambientales.
El investigador señaló que en la República Dominicana existe un notable potencial en biomateriales gracias a la amplia disponibilidad de residuos agrícolas y agroindustriales —como yuca, caña, plátano, coco y arroz— que pueden convertirse en materia prima para biopolímeros. También resaltó la necesidad de adecuar los procesos industriales, avanzar en la estandarización y fomentar alianzas entre productores y transformadores de plásticos, con el objetivo de garantizar un suministro estable de biomateriales.
Aunque los bioplásticos representan solo el 0.7% de la producción global (2023), actualmente se impulsan convenios internacionales para desarrollar investigación aplicada y producción a gran escala. Según De la Rosa, las empresas locales pueden convertirse en actores clave de este proceso si se integran activamente a estas iniciativas.
Asimismo, subrayó que la academia y los centros de investigación juegan un papel esencial en la evaluación de propiedades como resistencia, flexibilidad y degradabilidad. Estas tareas se realizan en el Laboratorio de Ensayo de Materiales y en el Laboratorio de Reactores y Biorreactores del INTEC.
La cooperación entre la UPV y el INTEC busca promover el uso ecoeficiente de los materiales, fortalecer el intercambio académico y fomentar la innovación en bioplásticos, apoyándose en la experiencia de ambas instituciones. Cabe destacar que la UPV se encuentra entre las 500 mejores universidades del mundo según el ranking de Shanghái (ARWU) y dentro de las primeras 400 del QS World University Rankings.
Por su parte, la Unidad de Innovación en Bioplásticos y Biomateriales (UIBB), creada en el marco del proyecto Caribe Circular y coordinada por el Centro de Gestión Ambiental (CEGA) de INTEC, se constituye como un puente entre la academia y la industria. Su labor incluye asesorías técnicas, servicios científicos, programas de capacitación y proyectos de investigación, con especial énfasis en la valorización de residuos agroindustriales mediante criterios de sostenibilidad.